Estos son un europeo, un asiático y un africano que entran a un portal...

La palabra “epifanía” proviene del griego επιφάνεια y literalmente significa “manifestación”. Esta fiesta es celebrada con motivo de la revelación de Jesucristo al mundo a partir de su adoración. En España la conocemos especialmente como el Día de Reyes, recordando el momento en el cual los Reyes Magos llegan a Belén y presentan sus respetos al mesías recién nacido.

La adoración de los Reyes Magos (Rubens, 1609-1629)

Es posible que ya sepas que su mención en los textos sagrados es muy breve, siendo referenciados en el Evangelio de Mateo:

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judea en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: “Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?” […] Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

                                                                                   Evangelio de Mateo (2, 1-2; 2, 11)

Sin embargo, ¿quiénes eran estos Reyes Magos de Oriente?

Para empezar la tradición cristiana siempre se ha caracterizado por su animadversión a la magia y a los magos, debido a su naturaleza pagana y herética. Debemos entender que el título de “magos” no se les es atribuido por practicar magia, sino por su estatus como sabios y hombres de ciencia (del griego μάγος).

Otra cuestión es su origen, ya que Mateo únicamente menciona que procedían de oriente. Tradicionalmente se les ha relacionado con Babilonia, lo que casaría con su estatus de sabios y su conocimiento de la astronomía al seguir la estrella, siendo esta ciencia una tradición milenaria en la región de Mesopotamia.

También es motivo de confusión su número y nombres, ya que en ningún momento se estipula cuántos y quiénes eran. Únicamente es entre los siglos V y IX cuando se canoniza el hecho de que sean un trío.

De la misma forma, no se establecen cuáles son sus nombres hasta la plena Edad Media, momento en el cual se hacen oficiales para la iglesia sus nombres y con el paso del tiempo se establecen sus características, símbolos, etnias y edades.

Entonces, ¿verdaderamente tres sabios visitaron a Jesús y le entregaron regalos?

Al contrario que ocurre con la figura de Jesús de Nazaret, la ausencia de fuentes históricas nos impide poder verificar su existencia. Sin embargo, la narración de los Reyes Magos es sumamente interesante si analizamos su simbología.

  • El hecho de que sean reyes y de oriente no carece de importancia. Con esto la tradición ha pretendido universalizar la figura de Cristo. El nacimiento del mesías es tan importante que incluso monarcas de reinos lejanos reconocen su singularidad y se postran ante él.

  • Sus nombres tienen significado. Melchior (malkî-ôr) procede del hebreo y significa “rey de luz”. Gathaspa (kansbar) procede del persa y significa “el que administra el tesoro”. Bithisarca (bel-sar-utsor) procede del acadio y significa “Dios protege al rey”.

  • Su iconografía es simbólica. A Melchor se le suele representar como un anciano de rasgos caucásicos. Gaspar aparece como un hombre de mediana edad de barba castaña. Baltasar por su parte suele ser un joven negro. De esta forma representan las etapas de la vida y los tres continentes de la antigüedad: Europa, Asia y África. Con el descubrimiento de América se llegó a incluir un cuarto sabio indígena o incluso en ciertas obras se pintaba a Baltasar con atributos de las culturas precolombinas.

  •  Su número también tiene una carga simbólica. Ciertas tradiciones aseguraban que eran doce sabios, haciendo referencia a las doce tribus de Israel. Sin embargo, la canonización de que fuesen tres sabios responde a la importancia del número tres en el cristianismo, debido a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

  •  Sus regalos también. El oro en la tradición cristiana es un símbolo divino que refleja la naturaleza de Cristo como hijo de Dios. El olíbano, o francoincienso, refleja que Jesús será verdadero y libre de pecado. Finalmente, la mirra, que se usaba como anestésico en moribundo y para embalsamar, predice la pasión a la que será sometido Jesús.


En definitiva, prácticamente todo lo que conocemos sobre estos magos de oriente es posterior a los evangelios y corresponde a la voluntad eclesiástica de universalizar a Cristo y al cristianismo.

Cabe mencionar que la Iglesia reconoce a los Reyes Magos como mártires, muriendo supuestamente alrededor del 70 d.C. Sus cuerpos se depositaron en un mismo sarcófago que primero se trasladó a Constantinopla, luego a Milán y finalmente a Colonia, conservándose sus reliquias en la catedral de Colonia.


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